lunes, 18 de mayo de 2009

Nuevo Mercado Covicorti se renueva


Los comerciantes del Nuevo Mercado Covicorti están más que felices, debido a la reedificación que tendrá su centro de trabajo para mejorar la infraestructura y distribución de sus puestos. La obra, a cargo del arquitecto Walter Maurtua Cisneros, cuenta con un presupuesto de 40 mil 665 nuevos soles y se pondrá en marcha el próximo 15 de mayo. Se espera que dicho trabajo sea concluido en un plazo de dos meses.Ahora, el Nuevo Mercado Covicorti luce la improvisada fachada de aquel presuroso alojamiento, que con las justas llegó a colocar su nombre al exterior para ser identificado y que tampoco pudo culminarse para darle una mejor vista a la zona, afortunadamente la gestión municipal les favoreció inesperadamente, al rodear las instalaciones con su respectiva vereda. Al interior, es visible la gran cantidad de puestos y ambulantes que operan, así como es notable la falta de organización en cuanto a la clasificación de productos, además de la ausencia de un piso liso, pues actualmente tiene como suelo la tierra que encontraron hace seis años.Luego de una semana de “para laboral” y búsqueda de un nuevo local, este grupo de personas ubicaron una gran zona descampada y poco poblada en la primera etapa de la urbanización Covicorti sin saber que el lugar sería destinado para un parque, y, de inmediato comenzaron a apoderarse del lugar, trayendo sus mercancías y ocupando la calle más cercana de lo que fuese su “próxima expansión”. Dicho sueño duro muy poco y antes de cumplir un mes establecidos en dicha calle, una vez más la Municipalidad era el mayor adversario y no contaba con la aprobación de los vecinos del barrio, pero de inmediato volvieron a ser desalojados.Y como no hay mal que por bien no venga, una esperanza llamada Rosa Medrano Silva, iluminó el camino de los desesperados comerciantes que ya veían la zozobra en la puerta de sus hogares. La propuesta de la desconocida mujer era alquilarles un terreno que tenía casi abandonado desde hace varios años, y que fuese convertido por un par de meses antes en una improvisada cochera para los escasos triciclos y camiones de la zona. Lo cual no significaba un negocio rentable. “Pensé que era una gran oportunidad para obtener ganancias de ese terreno que heredé de mis padres y que daba por abandonado. Entonces vi en la necesidad de estas personas una circunstancia positiva para hacer negocios y de esa manera les propuse alquilarles el lugar y ellos aceptaron de inmediato”, son las sinceras palabras de Medrano al referirse al inicio del fructífero negocio.De inmediato, la propietaria, inició el levantamiento de un cerco de material noble para el área que se convertiría en el Nuevo Mercado Covicorti, en tan solo un día los ansiosos comerciantes iniciaron la limpieza respectiva y trasladaron sus bienes al interior del local e iniciaron sus labores cotidianas sin haberse culminado la obra, ni haber realizado las gestiones para la regularización del nuevo local comercial.Según Dora Cortez Polo (65), quien se autodenomina una de" las fundadoras del mercado", las mejoras de este centro de abastos se dieron por la iniciativa de la Junta Directiva -que preside- quienes desde hace más de dieciséis años, vienen trabajando en los inicios de lo que fue un grupo de quince comerciantes atrincherados en la pista de la Calle La Habana en la Urbanización El Alambre, lugar en el que habían logrado captar a gran cantidad de clientes y donde lograron perdurar por más de diez años hasta el 27 de febrero del 2003, en donde la gestión Municipal fue firme y eficaz logrando desalojarlos definitivamente.La iniciativa de Medrano trajo consigo una gran oportunidad de ingresos para los pocos pobladores de la zona, ya que el precario “mercadito” atraía cada vez a más compradores de las urbanizaciones aledañas (Trupal, 20 de Abril y Capullanas). El éxito fue rotundo y aquellos vecinos llegaron a formar parte del nuevo mercado, incrementando la variedad de productos a expender. La organización que siempre hubo, también estaba presente y así llegaron a los acuerdos de pago. El propietario de cada puesto, pagaría diariamente el monto de un sol con cincuenta céntimos por cada metro cuadrado que ocupase su negocio que cubriría los gastos de alquiler y vigilancia. La aceptación no se hizo esperar y es hasta ahora el método de sustento del mercado.Al pasar los años, el número inicial de quince puestos pasaron a ser casi setenta en lo que va a sus seis años de inaugurado. No existe una orientación específica, sino que hay puestos que expenden diversos tipos de productos como: abarrotes, carnes, comida, frutas y verduras, ropa, calzado y artículos de piñatería, entonces, siendo tan variada la población del mercado se torna necesaria la distribución de puestos ubicándolos por secciones y suministrándoles los servicios de luz, agua y desagüe que requieran ciertos tipos de negocios.Afortunadamente, las buenas relaciones de los comerciantes con la propietaria del local, hicieron posible gestionar un préstamo con una entidad local, que será la que financiara el proyecto en su totalidad y cuyo endeudamiento será pagado al fin de cinco años.Comerciante Edith Malaver.El bienestar de los comerciantes es de esperarse y cada uno tiene sus propias expectativas de la mejora. “Es un logro muy grande el que estamos alcanzando, pues hace años que anhelamos tener puestos bien construidos, como el resto de mercados y ahora estamos a punto de lograrlo con nuestro propio esfuerzo”, afirma Edith Malaver Soto (31), una de las más jóvenes pobladoras del mercado y que actualmente ocupa el cargo tesorera de la directiva.

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